El concepto que surgió es "la cara de pelotudo" que, si bien da para hablar durante meses, en este caso le encontramos una veta curiosa. El tema surgió porque estábamos hablando sobre determinado personaje de la tele que tiene mucha cara de pelotudo. Luego, eso derivó en la misma característica de Bill Gates.
Sin ánimo de ofender a nadie, si nos abstraemos de la megafortuna y la inteligencia del tipo, yo creo de nadie duda de que el chabón tiene una cara de poligrillo terrible! Incluso cuesta imaginarse que haya pasado por la escuela primaria y secundaria sin haber recibido toneladas de gastadas y burlas. Después si... los cagó a todos porque hoy si quiere se compra una cara nueva!!
En este punto, uno de los comensales nos hizo notar que la cara de pelotudo que vemos acá quizás no lo sea tanto en el gran país del norte, dado que allá abundan más las caras de pelotudo que acá. Y esto nos lleva al descubrimiento de hoy: nos es totalmente imposible determinar si un asiático (nosotros dijimos japoneses o chinos, pero vale generalizar) tiene o no cara de pelotudo. Seguramente nos falta el gen para detectar esa características porque, frente a la pregunta "Alguna vez viste un chino con cara de pelotudo?" la respuesta seguramente sea negativa. De hecho tampoco sabemos si tienen cara de inteligentes, es como que los percibimos como de "cara neutral" y, seguramente, a ellos les pasará lo mismo con nosotros.
La conclusión es que la cara de pelotudo es un rasgo muuuuy subjetivo y va en relación, como tantas otras cosas, con el entorno contra el cual se lo mida. Así, la cara de pelotudo en Argentina no lo será tanto en EEUU, será totalmente indescifrable para un chino y Bill Gates quizás en Japón tenga cara de langa.
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